Capítulo 22: te sentiste sola.

Tu: ¿Pero que dices Andreas? Tom no es así. Bueno quizá antes si, pero ha cambiado ¿sabes?

Andreas: ¿Y cómo sabes que ha cambiado?

Tu: pues porque voy muchas veces con él, es buen amigo mío, yo que sé Andreas, pero tú mismo has visto que hace tiempo que no se acuesta con nadie…

Andreas: ¿Y por qué te ofende tanto que diga esas cosas de Tom?

Tu: pues porque Tom es muy buen amigo mío, me cae muy bien, y no quiero que digas esas cosas de él…

Andreas: ya… -no se lo creía- buenas noches –se levanta y se dirige hacia la puerta-.

Tu: buenas noches…

Andreas se va y tú te pones el pijama y te tumbas en la cama.

Narra (tu nombre):

Mierda… casi me pilla… ¿Pero de qué me tengo que esconder? Tom  y yo estamos juntos, y si Andreas quiere como si no, debe entenderlo. Soy novia de Tom, ahora si que, más que claro… Deseaba oír esa pregunta desde hace demasiado tiempo, y me la ha preguntado hoy, estoy con él, y ¡Dios que felicidad! Le amo, lo sé, me ha hecho volver a creer en el amor, y eso ya es mucho, aparte de todo lo que me a demostrado en este tiempo, que aunque no ha sido muchísimo, el ha hecho muchísimo. En fin, voy a dormir…

Narrador externo.

Tú te pusiste a dormir, y no te costó nada hacerlo. Tom estaba en su habitación, tumbado en la cama, únicamente con el pantalón de pijama puesto, miraba hacia el techo y lo único que podía hacer era sonreír…

Narra Tom:

Estoy tan feliz… Ella ha hecho que yo crea en el amor, nadie me ha hecho sentir así nunca, es una sensación rara pero bonita, felicidad, alegría… siento que tengo que protegerla como si fuese mi vida, no debo dejar que le pase nada. Ella es fuerte, pero a la vez débil, ha pasado por muchas cosas malas, y eso ya se a terminado, porque no voy a permitir que nadie la haga infeliz, que nadie le haga daño… La amo con todas mis fuerzas…

Narrador externo.

Tom se pone a dormir, tampoco le costó conciliar mucho el sueño. Por otra parte estaba Andreas, en su habitación también, estaba pensando, y el sabía que tú con Tom tenías algo… saberlo con certeza no lo sabía, pero lo suponía.

Narra Andreas:

Mi prima tiene algo con Tom, seguro, pongo las manos en el fuego. Lo defiende y en su mirada se nota que algo siente por él. Es tonta, joder. ¿Por qué de él? Si es un puto mujeriego… es mi amigo, y lo pareció mucho como persona, pero ella es mi prima y sé como lo ha pasado, y no digo que Tom, si esque algún día llegan a algo no la sepa cuidar bien, si no que Tom es como es, y las personas no cambian… pueden modificar actitudes, pero las malas nunca se van a ir, y si Tom es un mujeriego ahora, lo será siempre… joder, me estoy haciendo una paranoia y quizá estos dos no lleguen a nada nunca…

Narrador externo.

Andreas se puso a dormir.

(…)

Pasaron 3 días, lo tuyo con Tom iba muy bien, aunque nadie lo sabía, bueno Bill se lo temía, pero tenía que hablar con Tom para asegurarse, así que un día estando en estudio, fue donde Tom que estaba tocando la guitarra…

Bill: ¡Hey chaval!

Tom: -para de tocar la guitarra- ¿Dime?

Bill: llevas unos días muy feliz ¿No crees?

Tom: -ríe-.

Bill: ¿Qué pasa?

Tom: nada

Bill: venga, y ahora vendrá mama y me llevará a la guardería ¡shi, shi! –Insinuando que no era un niño pequeño para que Tom no le engañase-.

Tom: ¿eres tonto?

Bill: ¬¬ ¿Qué pasa con ella?

Tom: -sabia por donde iba- ¿Con quién?

Bill: ya lo sabes

Tom: no, no lo sé

Bill: ¿eres tonto? –“devolviéndole” a Tom la pregunta-.

Tom: golpe bajo –ya que él se lo había dicho antes a Bill-.

Bill: golpe bajo –imitándolo- tómatelo como un cumplido, chico.

Tom: -suspira- a ver, estoy tocando la guitarra, ¿Me dejas tranquilo?

Bill: no, quiero que me digas lo que hay con (tu nombre)

Tom: no hay nada

Bill: joder Tom, que soy tu hermano, hijo mío.

Tom: no soy tu hijo, porque soy tu hermano

Bill: jooooder…

Tom: -ríe-.

Bill: enserio Tom… dímelo, sé que estás con ella.

Tom: ¿Si lo sabes por qué preguntas?

Bill: ¡¿Estas con ella!? –muy feliz-.

Tom: -ríe asiente con la cabeza-.

Bill: ooooghs ¿Enserio?

Tom: sí –ríe

Bill: ¿Desde cuándo?

Tom: desde que ve ves “tan feliz” – hace comillas con los dedos en tan feliz-.

Bill: ¿Desde cuándo es eso?

Tom: hace tres días

Bill: ooooooh *-*

Tom: memoria de pez que tienes…

Bill: estas con (tu nombre) *-*

Tom: ¿?

Bill: -lo mira fijamente y señalándole con el dedo índice- no le hagas daño ¿eh?

Tom: no, ¿Qué te crees? ¬¬

Bill: no me creo nada Tom, pero ahora poniéndonos serios, sabes perfectamente como eres, y ella no se merece que le hagan daño. Y no estoy diciendo que lo vayas a hacer, pero cuidadito.

Tom: Bill, la amo, ¿Cómo voy a hacerle daño?

Bill: -lo mira- joder Tom, que bonito

Tom: ¬¬

Bill: -ríe- bueno y… ¿Cómo se lo pensáis decir a Andreas?

Tom: pues ni idea… esque es difícil sabes…

Bill: lo sé, créeme que lo sé. El que aguantaba a Andreas después de iros todos los días tú y (tu nombre) era yo, ¿sabes?

Tom: -saca una pequeña risa- no sé, esque supongo que debe entenderlo… se enfadará, pues seguramente… pero yo ya le demostraré que no tengo intención alguna en hacerle daño a ella, porque es se a convertido prácticamente en mi vida, y ahora pienso si algún día le haré daño, y esque me cabreo conmigo mismo…

Bill: bueno, seguro que con el tiempo, lo entenderá…

Tom: espero…

Tom se quedó ahí un rato más tocando la guitarra, mientras que Bill se fue  a la cocina que tenían en el estudio a comer algo.

Tú  estabas dando una vuelta con el perro de Tom, estabas en un parque y jugabas con él. Te sentiste sola, pensaste que únicamente tenias a los chicos, que no era poco, y no necesitabas nada más, pero casi todo el día estaban en el estudio, y aunque el nuevo álbum le quedaba mucho para salir porque acababan de empezar el descanso después de una gira, era su trabajo y debían estar ahí. No conocías a nadie más en Alemania, y eso te hizo ponerte nostálgica a lo que te llevo a ponerte un poco triste, porque recordarte lo feliz que llegaste a ser un día en España, pero lo mucho que odiabas a todos los cabrones que vivían allí. De repente una pelota llego a tus pies…

Tu: -miraste la pelota y miraste a ver si era de alguien, y efectivamente era de una chica, que se acercaba hacia a ti-.

Chica: ¡¿Me puedes pasar la pelota!?

Tu: ¡Claro! –le pasaste la pelota-.

La chica se acercó.

Chica: he sido un poco borde, lo siento. Me llamo Helen –sonríe-.

Tu: yo (tu nombre) –sonríes-.

Helen: no eres alemana ¿verdad?

Tu: no –ríes- soy española

Helen: ya decía yo… tu acento –ríe-.

Tu: pero tú… ¿Tampoco eres alemana?

Helen: no, soy de Inglaterra pero vine aquí de pequeña, porque le ofrecieron un trabajo a mi padre–sonríe-.

Tu: ah, esta bien –sonríes-.

Helen: -mira la hora- bueno, tengo que irme. A ver si nos vemos más veces por aquí –sonríe-.

Tu: claro, fue un placer conocerte –sonríes también-.

Helen: lo mismo digo ¡Hasta otra!

Tu: ¡Ah y otra cosa! Cuida bien a tú padre, el te ama –sonríes-.

Helen: -le extraño eso- bueno, lo haré, adiós –sonríe-.

Helen se fue con su perro, al que se le había escapado la pelota. Tú te quedaste un rato más por el parque y te fuiste a casa. Cuando llegaste no había nadie. No habías tenido oportunidad de estar con Tom mucho rato desde que empezasteis a salir. Te duchaste y fuiste a cenar algo a la cocina, luego te fuiste al sofá y empezaste a ver la tele… te quedaste dormida…

Al rato llegaron los chicos y entraron al salón, te vieron dormida, Tom sonrió.

Andreas: mira mi prima, se queda dormida en cualquier sitio, que mujer…

Bill: esta la mayor parte del día sola, se aburrirá pobrecita

Tom: sí… -se sintió mal con el comentario de Bill, pues era verdad y no había tenido mucho tiempo para estar contigo-.

Andreas: bueno, la subiré a su habitación…

Tom: ¡No! Digo, que es mejor que se quede aquí ¿no? A ver si se va a despertar…

Andreas: -lo miro raro- claro… entonces yo me voy a dormir ya… buenas noches

Bill, Tom: buenas noches

Andreas se fue…

Bill: bueno, yo también me voy a ir… ¿la vas a dejar aquí?

Tom: -mira a Bill- no –ríe-.

Bill: estas loco…¡buenas noches!

Tom: buenas noches brother

Bill: -lo mira y se ríe, luego sube las escaleras y se va-.

Tom: -se sienta a tu lado y te acaricia la cara, sonríe-.

Tu: -abres un poco los ojos- ¿Tom?

Tom: -sonríe- ¿si?

Tu: -te sientas en el sofá y lo abrazas-.

Tom: -sintió esas mariposas en su estomago y te correspondió el abrazo- ¿estás bien?

Tu: si… -aun abrazándolo-.

Tom: no me gusta ese “si…” –abrazándote también-.

Tu:  …………….






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