martes, 16 de octubre de 2012

Capítulo 29: Tom ¿Qué te pasa?


Andreas: ¿Qué el hijo de puta de Cristian le pegaba a mi prima? Me voy a España, le voy a cortar en cachitos y le voy a hacer sufrir de tal forma, que se arrepentirá de haber vivido.
Tom: -se levanto y fue a buscarte-.

Tú estabas sentada en una silla, con los pies arriba de esta y cogiéndotelos con los brazos en el balcón de tu habitación la que era también de Tom. Estabas sentada, viendo como llovía, pasando frio, pero no te mojabas gracias a un pequeño toldo. Nada te importaba en ese momento, eso no podía estar pasando, todo iba bien, estabas con gente que te quería, tenias amigos, tenias hermanos, tenias a Tom, tenias a los chicos, quien los considerabas tus hermanos, y ahora te llama tu madre diciendo “Hija” ¿Pero que se creía esa mujer? De repente sientes que alguien abre la puerta del balcón…

X: (tu nombre)…
Tu: -te secas las lágrimas-.
X: - coge una silla, se sienta frente a ti, se inclina y te abraza- amor, tranquila
Tu: Tom, esque no puede llamar así ¿entiendes? No puede –llorando-.
Tom: lo sé, lo sé (tu nombre), pero olvídalo mi amor, estoy aquí para cuidarte, tú lo sabes, esa señora no debería haber llamado, pero bueno, hay personas pues que… se les va un poquito la olla.
Tu: -suelta una pequeña risa por lo último que había dicho Tom-.
Tom: -se separa y hace que lo mires, tú lo miras, y el te seca las lagrima con sus dedos, muy suavemente, y te sonríe- todo va a estar bien, nos tienes a nosotros, y no te vamos a dejar nunca de lado, nunca. Y menos yo, que te amo más que mi vida, de verdad, créeme.
Tu: -sonríes- te amo –le das un beso-.
Tom: -te sigue-.
Tu: pero ahora tengo un problema… y no pequeño…
Tom: ¿cuál?
Tu: pues… que he dicho que Cristian me maltrataba delante de todos.
Tom: no lo expliques si no quieres, no tienes porque hacerlo si no estás preparada, yo les digo que no quieres hablar del tema si a ti te da cosa. Y si lo quieres hacer, yo estaré ahí, a tu lado cogiéndote la mano.
Tu: -lo abrazas- no me merezco a alguien como tú.
Tom: ¿Por qué? –dijo confundido mientras te correspondía el abrazo-.
Tu: no es que no me lo merezca, pero esto no puede ser real, tú… tú eres como lo que yo siempre soñaba, eres esa persona que me quiere, que me cuida como si fuese su vida, y nunca me he sentido así desde que mi padre falleció, pero cuando te haces más grande te das cuenta de las cosas, no es todo bonito, pero ahora en mi vida si es todo bonito, te tengo a ti, tengo a los chicos incluso tengo a Helen, y yo hace 8 meses pensaba que iba a estar en una habitación encerrada el resto de mi vida hasta que me muriera del asco ¿sabes?
Tom: -se sentía mal por ti, porque él sabía que en el fondo tú no estabas bien, por todo lo que te pasó, y él estaba dispuesto a darlo todo por ti, enfrentarse a lo inafrontable y pelear por ti, como si fuese su vida, por que al fin y al cabo, te quería e incluso más que a ella, es decir: su vida- (tu nombre) esto es real, esto es ser feliz, olvida todo lo malo, y dale paso a todo lo bueno, porque ya te he dicho, que conmigo todo será bueno, te lo prometo. Te haré sentir como una princesa, incluso mejor que eso, te haré sentir como te mereces, ya lo sabes.
Tu: ya lo haces Tom, ya haces que me sienta así, y te doy las gracias amor.
Tom: -se separa y te besa, sonríe- ¿Qué? Vas a contarles todo a los chicos, ¿O no?
Tu: sí –sonríes- es parte de mi pasado y tengo que desprenderme de él.
Tom: -sonríe-.

Tú y Tom bajáis al salón donde Andreas seguía hablando de cómo iba a matar a Cristian y todas las torturas que tenía pensado hacerle, entráis Tom y tú y todos os miran, os sentáis en el sofá, y tú miras a los chicos y a Helen uno por uno a los ojos, mientras ellos te preguntaban con la mirada: ¿Qué coño pasa aquí?. Tom te tenia de la mano todo el rato, como te había dicho…

Tu: bueno pues…
Todos te miraban atentos.
Tu: joder, me intimidáis chavales.
Todos ríen, y dejan de mirarte tan atentos.
Tu: a ver. Eso que habéis escuchado, de que he sido maltratada… a sido producto de vuestra imaginación.
Todos se quedaron mirándote con una cara como si alguien viene y te dice que tienes un burro en el patio de tu casa bebiendo agua de la manguera.
Tu: vale no –ríes- vuestras caras, que épicas –seguías riendo-.
Andreas: (tu nombre) enserio ¬¬
Tu: vale, vale. Que impaciente macho.
Andreas: ¬¬
Tu: bueno, a ver. Es que no hay mucho que explicar, solo que el cabrón ese me pegaba. Perdió el control, y mi madre no hacia nada al respecto, nadie hacia nada al respecto, ¿Qué podía hacer yo?
Bill: denunciarlo.
Andreas: ¿Denunciarlo? ¡No! ¡Matarlo lenta y dolorosamente al muy hijo de puta!
Tu: tenia miedo.
Georg: ¿Por qué?
Tu: nadie me apoyaba. Si yo lo denunciaba todos estaban con él y no conmigo, posiblemente yo ya no estaría aquí, vivía un barrio de mierda dónde sus amigos y él eran los “reyes” se peleaban con bandas, apostaban sus vidas, ¡Las apostaban! ¿Qué clase de persona apuesta una vida, o algo que quiere? ¿Qué clase de persona apuesta dinero por personas? ¿Qué coño hacia yo? ¿Denunciarle? ¿Para qué? ¿Para que me mataran? Pues lo llegue a pensar, pero luego pensé: no (tu nombre), tu eres fuerte, estos son una mierda, y si te vas ellos lograrán lo que quieren, así que, quédate.
Tom: -al oír lo que dijiste sobre las apuestas, eso de “¿Qué clase de persona apuesta una vida, o algo que quiere? ¿Qué clase de persona apuesta dinero por personas?” se acordó de la apuesta que hizo con Georg, esa apuesta que estaba en el aire, como a Georg se le escapará algo de eso, podía liarse pero bien liada, te soltó la mano- ahora vengo –se levanto y se fue por la puerta del patio-.
Tu: -lo miraste a los ojos y sabias que algo le pasaba-.
Helen: -continuó con el tema- ¿Y tu madre no hacía nada al respecto?
Tu: no, si el padre de Cristian, Fran, era un gilipollas, y la tenia tonta perdida a mi madre, no sé porque pero era así.
Georg: no tienes hermanos ¿No?
Tu: no
Bill: bueno (tu nombre), tú no te preocupes más, sabes que estamos aquí para todo, estás con nosotros y no te va a pasar nada más de eso, de verdad –te sonríe y te da una abrazo-.
Tu: -sonríes- gracias.

Tú te quedaste ahí hablando con los chicos, y cuando Tom se levanto de ahí para irse por la puerta del patio, había ido a aquel lugar dónde había el rio aquel, que solo sabia de su existencia los chicos, y bueno, desde hace un tiempo, tú también. Estaba sentado en el banco, había parado de llover, estaba todo mojado y olía a humedad, y era un olor que él le causaba tranquilidad. Estaba pensando en todo lo que habías dicho sobre las apuestas.

Narra Tom.

Cuándo he oído eso de la apuesta salir por su boca, la he mirado a los ojos. ¿Qué pasa si algún día se entera que estoy con ella por una apuesta de mierda? Y no es cualquier apuesta, si no: si hago que (tu nombre) se enamore de mi en menos de un mes, me das 150 euros, pero yo ya te adelanto que no me enamoraré de ella, pff, porfavor, ¿la has visto?. Esas fueron mis palabras hacia Georg, ¿En qué cojones estaría pensando yo en ese momento? Supongo que, el Tom de antes  por así decirlo, no se paraba a conocer a las personas y nunca se había… enamorado. Si Georg suelta algo de la apuesta se puede ir todo a la mierda, y ella dejarme, por qué como ha hablado hoy, me dejaría, seguro. Pero no le puedo decir nada a Georg, ¿Por qué entonces que pasará? Lo mismo se lo suelta. Joder, menuda mierda.

Estaba yo en mis pensamientos cuándo oigo los pasos de alguien. Mire hacia atrás y la vi a ella, ahí estaba, viniendo hacia mí, con una sonrisa en la cara, mirándome como solo ella sabe.

Tu: -sonriendo- ¿Qué te ha pasado Tom? –te sientas a su lado y le pones una mano en la rodilla-.
Tom: -sólo la podía mirarte, no decir palabra alguna, y estaba a punto de romper a llorar en cualquier momento ¿Por qué? Ni él lo sabía. Suponía que por rabia a él mismo-.
Tu: ¿Tom?
Tom: -sólo te miraba-.
Tu: ¿Estás bien?
Tom: sí.
Tu: ¿Seguro?
Tom: claro –intenta sonreír-.
Tu: no estás bien, estás raro, algo te ha pasa- te interrumpe con un beso, creía que sería la mejor forma de no tener que dar explicaciones-.
Tu: -te separas- no, eso no te sirve ahora.
Tom: -mira hacia otro lado suspirando-.
Tu: ¿Qué pasa amor?
Tom: -te mira, con lágrimas en lo ojos, encogiendo la nariz para evitar que salieran- nada amor –sonríe forzadamente- de verdad, no pasa nada.
Tu: vas… vas a llorar
Tom: ¿yo? No, no voy a llorar.
Tu: Tom ¿Qué te pasa?
Tom: …
Tu: parece que desde que he dicho la última frase, estés, no sé, ¿Raro?
Tom: ¿Cuál ha sido tú ultima frase?
Tu: la de las apuestas, antes de irte.
Tom: -cerró los ojos, al oír “apuesta” y miro hacia otro lado-.
Tu: ¿Qué coño te pasa?
Tom: nada.

Tú te levantaste de ahí y te fuiste. No sabías que le pasaba a Tom, algo con una ¿Apuesta?.
Tom se quedo ahí pensando otra vez, como había hecho hasta ahora, saco una pequeña petaca de alcohol, y como era muy fuerte se puso algo ebrio, tanto como para decir lo que sentía en voz alta,  cuando volvió a oír pasos.

Tom: (tu nombre) no me pasa nada, de verdad, vuelve a casa, no te preocupes –mirando al agua que fluía por el rio.
X: no soy (tu nombre).
Tom: -se gira- ¿Qué coño haces tu aquí?
X:  te has peleado con tu novia ¿no?
Tom: Marta, no jodas, vete.
Marta: no –se sentó a su lado-.
Tom: ¿sabes? Soy un imbécil.
Marta: ¿por qué? –coqueteándole-.
Tom: el amor de mi vida, es mi vida, por una puta apuesta.
Marta: -vio la petaca de alcohol y supo que Tom iba un poco bebido, así podría aprovechar- ¿Cómo, cómo?
Tom: hice una apuesta, no me enamoraría de (tu nombre), haría que ella se enamorará de mi y… después dejarla, estamparle la puerta en la cara, por 150 euros de mierda ¿Sabes? No me merezco a una chica como ella, me merezco algo mucho peor, y ella algo mucho mejor.
Marta: no Tom, estas equivocado, tú mereces alguien mejor que ella, como por ejemplo yo.
Tom: -iba bebiendo de la petaca y cada vez se ponía más borracho, la miró- ¿Ah si?
Marta: claro, mira –le coge la mano y pone una mano en su pecho- ¿No ves? Esto ella no lo tiene, por no decir que casi no tiene, ni esto –le lleva la mano a su trasero- ni esto, ella la tiene mucho peor.
Tom: -iba muy borracho-.
Marta: podrías ser feliz a mi lado, sin apuestas por medio, sin nada que te haga infeliz.
Tom: -le aparta la mano- ella me hace feliz.
Marta: no Tom, eso es lo que tu piensas, ven aquí –lo coge del mentón y se va acercando a él, hasta que sus labios se tocaron y ella beso a Tom, él no hio absolutamente nada, ni si quiera movió los labios-.

En ese justo momento, alguien llego a ese lugar, varias personas, que recibían el nombre de (tu nombre), Helen, Bill, Andreas, Georg y Gustav, viendo esa escena.

Tu: -los mirabas, con los ojos como platos, con lagrimas corriendo por tus mejillas, en esos momentos estabas odiando a Tom como al que más-.
Andreas: ¡Serás hijo de puta! –se acercó a ellos-.
Marta se separó de Tom, y Tom les miró incrédulos, sin saber que cojones había, o estaba pasando.
Marta: -se levantó, pasó por tu lado, te sonrió, y empezó a caminar-.
Andreas: -fue a Tom y le pego un puñetazo-.
Tom: -con el puñetazo ese logró ver que algo iba mal, se despejo un poco, y le vino el flashback de cómo había pasado todo, se puso derecho otra vez, ya que el puñetazo que le había pegado Andreas lo logro inclinar un poco hacia la derecha, se toco el labio, y te miró, te miró a los ojos, con tristeza, con arrepentimiento de haber hecho eso-.
Tu: -lo miraste, con tus mejillas empapadas de lagrimas- esto se acaba aquí –te giraste y te dirigiste a Marta, cuando la alcanzaste, le pegaste un puñetazo- las cosas de los demás, no se tocan ¿sabes? Pero ahora es todo tuyo.
Marta: -respondió con un puñetazo haciéndote sangrar el labio-.
Tu: -le pegaste una patada y te tiraste encima suyo-.

Helen y Bill fueron a cogerte a ti, y Georg y Gustav a Andreas para que no le pegará más a Tom. Cuando Helen y Bill lograron separarte de Marta…

Bill: vete a la mierda y no vuelvas más por aquí, so zorra.
Marta: -solo sonrió, con sangre en la ceja y en el labio y se fue de ahí-.

Georg y Gustav separaron a Andreas de Tom y ………….

lunes, 1 de octubre de 2012

Capítulo 28: ¡Mi madre murió cuando mi padre murió!


Marta: que asco de chavala, de verdad, lo gorda que esta y tiene un novio como este… -lo dijo susurrando-.
Tu: -la oíste, te intentaste aguantar, pero no pudiste, te separaste de Tom- ¿Tienes algún problema?
Marta: ¿Quién? ¿Yo?
Tu: sí tú.
Marta: no ¿Por qué? –te sonríe irónicamente-.
Tu: tú sabes por qué –te estabas empezando a cabrear-.
Tom: amor, tranquilízate, dejala…
Tu: no, no la voy a dejar.
Vinieron todos.
Marta: ¿Qué te pasa a ti conmigo? Llevas todo el día mirándome mal
Tu: ¿Yo? ¿A ti? Pues sí. ¿Por qué? Me has llamado como unas 8 veces gorda, le has guiñado ojo y te has mordido el labio cuando MI NOVIO te miraba –hiciste énfasis en “MI NOVIO”- ¿Y esperas que no te mire mal?
Marta: no seas mentirosa, yo no he dicho eso, ni he hecho eso.
Tu: ¿Qué no sea qué?
Marta: mentirosa.
Tu: ¿Sabes lo que es una pregunta retorica?
Marta: no…
Tu: me lo imaginaba, tú has ido poco al colegio, se te dan mejor otras cosas,  ¿Visitas mucho las esquinas de la calle?
Marta: ¿Me estas llamando prostituta?
Tu: ¿Quién yo? No ¿por qué? –repitiendo las preguntas que ella te había hecho al principio haciéndose la loca como que no sabia nada-.
Marta: -te empuja- el padre que te hizo, que desgraciado fue
Tom: -te coge porque si no te caes- ¿¡Qué haces inútil!? –le dice a Marta, y te mira- ¿Estás bien amor?
Andreas, Bill, Georg, Gustav: ¿Qué haces? ¿estás loca?
Tu: sí, sí… -te sueltas de Tom y te tiras encima de Marta, porque había tocado un tema muy delicado, el de tu padre- a mi no me pone una mano encima nadie, y para hablar de mi padre te limpias la boca cuatro veces ¿¡Me oyes zorra!? –le pegas un puñetazo-.
Marta: -te pega uno a ti-.
Helen: Marta ¡Para!
Tom: -te coge a ti-.
Georg: -coge a Marta-.
Tu: ¡Tom suéltame! –forcejeabas para que te soltase-.
Tom: (tu nombre) tranquilízate
Tu: no me tranquilizo ¡Suéltame!
Tom: -te abraza fuerte para que pares-.
Tu: le ha llamado desgraciado a mi padre, Tom suéltame joder –forcejeabas y te caían algunas lagrima de rabia-.
Tom: tranquilízate…

Tom te lleva para otra parte… Marta estaba en la calle y Helen dentro despidiéndose…

Helen: lo siento muchísimo de verdad, mi amiga es así, de verdad perdonarla…
Chicos: no pasa nada…
Helen: decirle a (tu nombre) que la llamaré, que no se preocupe que no estoy enfadada con ella, porfavor decírselo
Andreas: no te preocupes, yo se lo digo
Helen: bueno, gracias por la comida, y siento que el final sea así…
Bill: no te preocupes, no es tu culpa…
Helen: -sonríe- adiós
Chicos: adiós –sonríen-.

Helen se va  de la casa. Mientras donde tú y Tom…

Tu: -llorabas de rabia-.
Tom: tranquilízate, ya esta….
Tu: esa zorra a hablado mal de mi padre, y nadie habla mal de él, nadie.
Tom: lo sé amor, pero déjala
Tu: encima te guiña un ojo, ¿Pero que se cree?
Tom: aish mi (tu nombre), que es celosita
Tu: ¬¬
Tom: -sonríe y te abraza- te amo enana
Tu: ¿Cómo que enana?
Tom: pero mía –te da un beso en la cabeza-.
Tu: solo tuya –sonríes-.
Tom: -te da un topón- le has guiñado el ojo a MI NOVIO –imitándote-.
Tu: ¬¬
Tom: -ríe- si eres celosa, es porque algo debo importarte ¿no?
Tu: -lo miras a los ojos- me importas demasiado, créeme
Tom: -sonríe-.

Llegan los chicos…

Andreas: ¿Alguien me explica que cojones ha pasado?
Tu: -le explicas todo a los chicos- … y ya cuando a nombrado a mi padre, pues mira…
Andreas: mírala, y parecía tonta la enana esta
Tu: otro con enana ¬¬
Andreas: ¿Quién mas te llama así?
Tu: tu mejor amigo –sonríes irónicamente-.
Andreas: -ríe-.
Georg: pues vaya tela con Marta, menuda bicha…
Gustav: sí, sí. Yo salía de la cocina y veo a (tu nombre) gritándole a Marta y yo en plan: vale, ¿Qué ha pasado aquí?
Todos reis.
Tu: en fin… oye ¿Y Helen? ¿Se ha enfadado o algo?
Andreas: no, no. Ha dicho que te llamará, que no está enfadada
Tu: menos mal…
Bill: ¿Alguien es capaz de enfadarse contigo?
Tu: sí, créeme –ríes-.
Georg: es difícil
Tom: si no se han parado a conocerte, puede ser, si no… imposible –te sonríe-.
Andreas: si ha pensado el chaval, fíjate tú…
Tom: cállate ¬¬


(…)

Estaba llegando el invierno a Alemania, no hacia mucho frio aun, pero tampoco se podía ir en manga corta por la calle. Habían pasado 3  meses desde que paso aquello con Marta, no volviste a saber nada más de ella, y Helen, se había hecho muy amiga tuya y de los chicos también.

Estabas dando una vuelta por ahí con Helen, y faltaba poco para ponerse a llover, así que decidisteis volver a casa, cuando oísteis un trueno.

Tu: será mejor que volvamos a mi casa, va a empezar a llover de un momento a otro.
Helen: -mira al cielo con mala cara- sí… volvamos a casa, será mejor.

Tú y Helen estabais a 2 manzanas de la casa, cuando empieza a llover muy fuerte, y empezais a correr cuanto podíais para llegar a casa. De mientras, Bill, Tom, Georg, Gustav y Andreas estaban en casa, en manga corta, porque tenían la calefacción a tope.

Tom: -llevo su vista hacia la ventana mientras estaba tirado en el sofá- ¿Dónde estarán (tu nombre) y Helen?
Georg: ya mismo llegarán
Bill: sí… -mirando por la ventana- está lloviendo mucho
Tom: la llamaré a ver si quiere que la vaya a buscar a algún sitio –coge el móvil, marca tu número y se lo acerca a la oreja-.

Mientras tanto tú…

Tu: -corriendo- me están llamando al móvil –riéndote, ese panorama te daba gracia-.
Helen: -riéndose también- no lo cojas, si no quieres que se te estropeé el móvil
Tu: ya…

Seguís corriendo…
En la casa…

Tom: -se aparta el móvil de la oreja- no lo coge
Andreas: estarán en algún sitio resguardándose de la lluvia y no tendrá cobertura…

Tocan a la puerta y Bill va a abrir.

Bill: -abre la puerta- hombre, hablando de vosotras estábamos
Tu: ¿sí? –entrando en la casa y sacándote los zapatos, ya que veníais todo empapadas-.
Bill: sí
Helen: ¿Dónde puedo dejar los zapatos?
Bill: déjalos ahí –señala con el dedo índice al lado de mueble del recibidor-.
Helen: -deja los zapatos ahí-.
Tu: ahora te dejo algo de ropa, no te preocupes…

Vais al salón.

Tu: hola –sonríes-.
Todos: hola –sonríen-.
Helen: hola –sonríe también-.
Tu: Tom levántate un momento amor
Tom: -te mira con cara de: ¿Qué coño dices? Y se levanta- ¿Qué?
Tu: -te acercas a él y lo abrazas- te amo ¿sabes? –te separas riéndote porque lo habías empapado-.
Tom: y yo a ti… amor ¬¬
Tu: vamos a cambiarnos, ahora venimos
Tom: yo también voy a cambiarme, ¿eh, (tu nombre)?
Tu: -le sonríes y le das un beso-.

Subís arriba, ahora tu dormías con Tom, compartías habitación por lo tanto tenias ahí la ropa, ya que tu habitación la habían dejado para invitados, donde estaba durmiendo Georg, ya que Gustav dormía en la otra de invitados.

Tu: -abres el armario y le das algo de ropa a Helen- ten, entra al baño y cámbiate –sonríes-.
Helen: -coge la ropa- gracias –sonríe y entra al baño-.
Tu: -buscas ropa para ti y te empiezas a cambiar-.
Tom: -hizo lo mismo que tú, cuando termino de cambiarse, se acercó a ti con un pantalón de chándal puesto y la camiseta en la mano- amor ¿Qué te has mojado? –“burlándose” de ti-.
Tu: anda a donde pican los pollos mi amor –sonríes-.
Tom: -te besa y se ríe- sí, pero sabes que te amo
Tu: no dudo nunca –lo besas-.

Después sale Helen del baño. Bajáis abajo, y estaban todos ahí sentados, os sentáis, estabais viendo la tele, Tom te tenía abrazada cuándo suena tu móvil.

Tu: -miras el móvil que lo tenias en silencio, no sabías que número era porque no lo tenias guardado en tu agenda, así que descuelgas y te acercas el móvil a la oreja- ¿Quién?
X: hola (tu nombre). ¿Qué ya no recuerdas la voz de tu madre?
Tu: ¿Qué? –te subió un cosquilleo desde la barriga y se te quedo en forma de “nudo” en la garganta, te quedaste petrificada sentada en el sofá, no te podías mover, ni decir palabra, estabas aluciando en ese momento, no podía ser verdad-.
Tu madre: ¿hija?
Tu: ¡¿Hija?! ¡¿Cómo que hija?! ¡Señora, yo no tengo madre! ¡Mi madre murió cuando mi padre murió! ¿¡Mes escucha!? ¡Usted no me trato como una hija, así que usted no tiene hija, NO TIENE HIJA, una madre no deja que el novio de su hija la humille y la maltrate, que le pegue, NO, UNA MADRE NO PERMITE ESO, porque una madre da LA VIDA por su hija, y tu preferiste estar con el hijo de puta de tu novio y su puto hijo, quien me hicieron la vida imposible! ¡Y tienes la cara de llamarse ahora, y decirme HIJA! Mire, ahora estoy feliz, la gente me quiere donde estoy ¡¿ESCUCHAS?! Váyase a la mierda, y no me llame más en toda su puta vida, ¡Porque usted para mi es una desconocida y una desgraciada! –cuelgas el móvil, con lagrimas en los ojos, lo tiras al suelo, miras a los chicos, y ellos te miraban sorprendidos, porque no sabían nada de que Cristian te maltrataba, solo Tom lo sabía, sin darte cuenta tus mejillas se empaparon de grandes lagrimas, te levantaste de ahí y te fuiste a tu habitación-.
Andreas: ¿Qué el hijo de puta de Cristian le pegaba? Me voy a España, le voy a cortar en cachitos y le voy a hacer sufrir de tal forma, que se arrepentirá de haber nacido.
Tom: -se levanto y fue a buscarte-.

……………………..



Bueno chicas, aquí estoy de nuevo con un nuevo cap. Lo siento por tardar tanto tiempo, pero no sé si dije en el capítulo anterior que tengo ansiedad, y bueno, eso me quita las ganas de hacer muchas cosas, incluso de comer, así que lo siento, de verdad, encima ahora ha empezado el cole de nuevo y es díficil hacer las dos cosas... bueno espero que os haya gustado el capítulo y lo comentéis y sigáis el blog. Un beso, y por supuesto cuidaros♥.