sábado, 12 de enero de 2013

Capítulo 33: mi vida, es infinitamente tuya, y la tuya mía.


Tu bajaste abajo y viste a los chicos poniendo la mesa, así que los ayudaste. Mientras estabais cenando os reíais, estabais todos agusto, felices… después recogisteis la mensa y os pusisteis a ver una película, tú estabas sentada al lado de Tom en el sofá, medio tumbada con la cabeza apoyada en su hombro, te acariciaba la cabeza, el brazo, y tú te quedaste dormida. Cuando terminó la película Tom hizo un movimiento brusco y tú te despertaste.

Tom: -te mira- ¿Te habías dormido?
Tu: si… ¿ya ha acabado?
Tom: sí… lo siento por el movimiento brusco.
Tu: no importa –sonríes-.
Andreas: uno que se va a la cama, ale, ¡Hasta mañana!
Bill: si yo también…
Tu: ¿Qué hora es?
Georg: las 3 am
Tu: ala ¿Qué dices? Me voy a dormir.
Georg: sí, yo también.

Al final todos os fuisteis a la cama, y tú como no, dormiste con Tom esa noche, como todas las anteriores hacia 10 meses.

Tom: -abrazándote y pegándote a él- que bien se siente no dormir solo.
Tu: -te giras hacia él- rectifica: que bien se siente al dormir conmigo –dices bromeando-.
Tom: -levanta las cejas- ¿Y yo soy el señor ego? Ay Dios mío… -ríe-.
Tu: -sonríes- buenas noches amor.
Tom: buenas noches.
Tu: te amo –te acomodas en su pecho-.
Tom: y yo amor, te amo muchísimo, descansa –te da un beso en la cabeza-.

Así os dormisteis. Al día siguiente os despertasteis súper tarde, así que se os junto el desayuno con la comida. Así que “desayunasteis” macarrones que había hecho Andreas, después de comer tu te duchaste y te pusiste algo casual, para esperar a Helen que venía a buscar a las 5 pm, cuando acabaste bajaste al salón y todos estaban viendo la tele…

Tu: holi ludópatas –sonríes y te sientas en un sillón-.
Andreas: ¿Dónde vas?
Tu: con Helen a dar una vuelta por ahí
Andreas: ah, esta bien eso.
Tu: -te sientas-.
Tom: ¿A que hora viene?
Tu: pues quedamos a las 5 pm, así que –miras el reloj y eran las 4:55 pm- de aquí 5 minutos debería llamarme…
Tom: ¿Qué vais al centro comercial?
Tu: si –sonríes-.
Bill: la última vez que te dijeron de ir al centro comercial te llevaron a una casa en mitad del bosque, yo no quiero saber nada.
Tu: -ríes- que tonto eres tío.

Recibiste una llamada perdida de Helen, que significaba que salieras fuera que te estaba esperando con el coche.

Tu: bueno me voy…
Andreas: ¿Vendrás a cenar?
Tu: supongo que sí, no lo sé Andreas –ríes-.
Andreas: vale, vale.
Tu: adiós, nos vemos luego.
Ellos: adiós –sonríen-.
Tu: -le das un beso a Tom y te vas de la casa-.

Tú sales de la casa y Helen te estaba esperando en el coche.

Tu: -te subes en el asiento del copiloto y le das dos besos en la mejilla- hola –sonríes-.
Helen: -pone el coche en marcha- desprendes felicidad hija mía –ríe-.
Tu: -ríes- no eres la única que me lo dice…
Helen: sabía que iba a funcionar, ¡Lo sabía!
Tu: -ríes-.
Helen: bueno cuéntame como fue ¿no?
Tu: esperamos a llegar al centro comercial y nos tomamos algo y te lo explico ¿no?
Helen: no puedo esperar amor –sonríe-.
Tu: pues dale a la marcha querida. –sonríes-.
Helen: -ríe-.

Llegáis al centro comercial y vais a una heladería a tomar algo, era invierno pero no pasaba nada, todo era genial. Vais a pedir los helados y os vais a sentar…

Helen: ¿Bueno qué? ¿Me lo vas a contar?
Tu: no hay mucho que contar la verdad… Sólo que él se puse a llorar porque yo le dije que le odiaba y tal y me dijo que si quería llamaba a Bill y ya está (le contaste todo a Helen) y eso –sonríes-.
Helen: ¿Y eso? ¿¡Y eso!? ¿”Sólo” eso!? Créeme, he tenido amigas fans de Tokio Hotel, y digamos que tú y yo sabemos como es Tom, bueno como era mejor dicho… y que haga eso por alguien…
Tu: lo sé, lo valoro mucho, me ha devuelto la felicidad Helen, tú lo sabes, no podía perderlo por… ese bese asqueroso…
Helen: ya… me acuerdo cuando te tiraste encima de Marta gritándole y pegándole –suela una pequeña risa-.
Tu: -ríes-.
Helen: ah, y ya no me hablo con ella. Esa actitud de niñata, cabrona e hija de puta que tuvo no me gusto nada, yo pensaba que era diferente, pero es una víbora esa cosa, la virgen.
Tu: pues sí, con todos tus respetos es una hija de puta cabrona, inmadura, ash que asquito da.
Helen: ningún respeto… desde aquel día no he vuelto a hablarle.
Tu: ¿Por qué? No tienes que dejar de hablarle por mi.
Helen: si, si tengo que dejar de hablarle por ti, porque tu me has demostrado que eres cien veces mejor persona que ella, a parte ¿Para que tener una amiga así? Mejor no tenerlas.
Tu: eso si…
Helen: oye sabes que…
Tu: ¿Qué?
Helen: creo que me están empezando a gustar tu primo.
Tu: ¿Mi primo? –dijiste con los ojos como platos-.
Helen: sí, tu primo. Esque no sé… lo veo tan guapo, tan protector de lo que quiere, tan buena persona… no sé, me encanta.
Tu: vale Helen, ahora mismo, estoy flipando.
Helen: -ríe- lo sé, tú cara es un poema.
Tu: pero esque… mi primo… el tonto de Andreas –ríes-.
Helen: sí… no sé… es raro –ríes-.
Tu: si quieres, puedo sonsacarle información, a ver si le gustas un poquito o algo –mueves las cejas de arriba abajo-.
Helen: -ríe- no estaría mal, la verdad es que necesito un poco de ayuda.
Tu: -ríes- yo te ayudo, no te preocupes –sonríes-.

En otra parte del centro comercial.

Chico: ¿Lo hiciste?
Chica: sí.
Chico: ¿Ella te vio como le besabas?
Chica: por supuesto, ¿Qué te crees?
Chico: no, nada, nada.
Chica: sigue jodiendole la vida, ella se lo merece, y no merece estar con alguien como él.
Chico: lo sé. Por eso hago esto. Ella merece lo peor –sonríe, con risa de malo-.
Chica: así me gusta –sonríe-.

Donde tú y Helen.

Tu: voy al baño, ¿vienes?
Helen: si, vamos… y después vamos a tu casa o algo, aquí me aburro ¿no crees?
Tu: ay mi primo… -ríes-.
Helen: -se pone roja-.
Tu: -ríes- vamos anda…

Vais al baño del centro comercial, ya que en la cafetería no había. Cuando entráis os encontráis con Marta, que salía. Tú la miras mal y ella también y a ti, y se ríe. Entráis al lavabo.

Tú: que persona más ignórate, de verdad.
Helen: pues sí, la verdad.
Tu: en fin…

Tú entras al lavabo haces tus necesidades, y después salís, ibais a salir del centro y ves una tienda de tattoos, te acordaste de aquella idea que tenias con Tom de haceros un tattoo… Cuando llegarás a casa se lo comentarías. Cuando de repentes ves a alguien… esa persona a la cual odiabas tanto.

Tú: Helen, vámonos de aquí ya.
Helen: ¿Qué pasa?
Tu: vámonos, porfavor. –casi llorando-.
Helen: vale, vale.

Tú y Hlenes fuisteis al coche y de ahí a la casa. Cuando llegasteis tu abriste la puerta, llevabas un pánico encima muy grande. Vais al salón.

Chicos: hola –sonríes-.
Helen: hola –sonríe-.
Tu: hola –dijiste seca, y te fuiste de ahí-.
Helen: -te miró, y miró a los chicos-.
Tom: ¿Qué pasa?
Helen: no lo sé, estábamos en el centro comercial,  de repente ha dicho, “vámonos de aquí ya”, casi llorando, y luego volviendo no ha dicho ninguna palabra.
Tom: ¿qué? –se levantó y subió arriba-.
Bill: ¿pero no aves que ha pasado?
Helen: no, ha sido muy raro, le he preguntado y decía que nada, que nada, que quería volver a casa.
Andreas: que raro :/.
Georg: sí… a ver si a Tom se lo dice.

Tú mientras, estabas en tu habitación, que era la de Tom también como dije en capítulos anteriores, y mirabas a un punto fijo, sentada en el suelo, con tu espalda en la cama, mirando por la ventana. No podías creer lo que habías visto, o mejor dicho a quién habías visto. De repente entra Tom y se acerca a ti.

Tom: -se agacha enfrente de ti- ¿Qué pasa?
Tu: -niegas con la cabeza- nada ¿Por?
Tom:  (tu nombre)…
Tu: ¿Qué? No me pasa nada, de verdad.
Tom: me ha dicho Helen lo que a pasado.
Tu: ¿Ah, eso? Bah, no le des importancia –sonríes-.
Tom: ¿Qué no le de importancia?
Tu: no, no la tiene –sonríes-.
Tom: ¿Qué no la tiene? Claro que la tiene, tiene mucha importancia. ¿A quién has visto?
Tu: … -te cae una lágrima-.
Tom: (tu nombre)… -te seca la lagrima-.
Tu: -le coges la mano con la que te la secaba y lo miras a los ojos y sonríes-.
Tom: ¿A quién?
Tu: a nadie, a nadie amor, de verdad. Pensaba que era una persona, pero no, no podía ser él.
Tom: ¿Él?
Tu: deja el tema, no era la persona que yo creía.
Tom: ¿ Y que persona creías?
Tu: -suspiras- Cristian.
Tom: ¿qué? –dijo paralizándose entero-.
Tu: pero seguro que no era él.
Tom: …
Tu: ¿Sabes? He visto una tienda de tattoos y he pensado que podemos hacernos el símbolo de infinito que dijimos ¿Recuerdas? –sonríes-.
Tom: (tu nombre) me acabas de decir que te ha parecido ver a Cristian, ¿y me empiezas a hablar del tattoo?
Tu: no era él, de verdad.
Tom: -te miraba a los ojos-.
Tu: -también le mirabas- ¿Qué tal si mañana vamos a pedir hora?
Tom: -suspira y prefiere dejar el tema a un lado- esta bien –sonríe un poco forzadamente-.

Tu: -lo besas-.
Tom: -te sigue-.
Tu: he pensando que, debajo del símbolo de infinito yo me ponga Tom y tu (tu nombre) –sonríes-. Aunque depende el sitio donde nos lo hagamos, si no tus fans :/
Tom: -ríe- no te preocupes por eso, puedo decir que… ¿Es mi nueva perra? –ríe-.
Tu: -ríes- tu nueva perra HAHAAHHAHAHAH
Tom: -sonríe- ¿Tú donde lo quieres?
Tu: uhmm… no lo sé
Tom: ¿Tal vez en el brazo? Aquí –te señala el lugar- por donde corren nuestras venas, por donde corre nuestra sangre, mi sangre, es decir, mi vida, es infinitamente tuya, y la tuya mía- -Tom te señalo las muñecas-.
Tu: me parece genial –sonríes y lo abrazas-.
Tom: -te corresponde el abrazo- la semana que viene hacemos un año juntos…
Tu: lo sé… ¿Cómo olvidarlo?
Tom: -te abraza fuerte-.
Tu: -le correspondes el abrazo fuerte- te amo, muchísimo.
Tom: te amo.

Después de un rato bajáis abajo con los demás, y os ponéis a ver la tele, Bill le preguntó con la mirada a Tom que había pasado y Tom negó con la cabeza respondiendo un “nada”.  Llegó la noche y Georg se asomó a la ventana.

Georg: ¡Woooooh esta nevando!
Tu: -te levantas corriendo del sofá y te pegas en la ventana-.
Todos te miraran raro, al ver que nadie se acercaba a la ventana te giras y los ves mirándote muy raro, como si estuvieses loca.
Tu: ¿Qué pasa? En España no nieva nunca.
Ellos: -ríen-.
Tu: pues cuando cuaje voy a hacer un muñeco de nieve tsé.
Andreas: ay la niña pequeña, ¿Después jugamos un ratito con las barbies?
Tu: idiota ¬¬ después vamos a la playa, ¿Vale? –a Andreas le gusta mucho la playa y allí como que no puede ir-.
Andreas: tu sabes donde dar ¿eh?
Tu: claro, ¿Qué te piernas?
Bill. Pues yo voy a salir con (tu nombre) a hacer el muñeco de nieve.
Andreas: bueno y yo –ríe-.
Tu: Helen si quieres te puedes quedar a dormir, no sé como te vas a ir a tu casa…
Helen: oh no, no importa, andando o no sé.
Andreas: ¿Cómo que andando? No, no.
Helen: no hay camas, da igual.
Andreas: duermes en la mía.
Todos menos Helen lo miráis con cara de “que aprovechado eres”.
Andreas: no, no, no. No me penséis mal hijos míos, ella duerme en mi cama y yo aquí en el sofá o no sé en la habitación de invitados esta Georg pero queda una cama.
Tu: -ríes- aish Andreas… ven vamos a la cocina a hablar, primo mío de mi alma.
Andreas: -ríe y se levanta-.

Tú y Andreas vais a la cocina.

Andreas. ¿Dime?
Tu: Helen –lo miras-.
Andreas: -te mira- ¿Qué?
Tu: Helen.
Andreas: ¿Qué pasa con Helen?
Tu: te gusta ¿verdad?
Andreas: ¿A mi? ¿Helen? Que va.
Tu: -ríes- como se nota cuando mientes hijo mío.
Andreas: bueno uhmm… quizá un poquito me guste, pero solo un poquito.
Tu: pero te gusta –ríes-.
Andreas: sí, sí pero un poquito he dicho.
Tu: -ríes- no tienes arreglo, no sabes mentir.
Andreas: bueno tal vez un poquito mucho, no lo sé.

Llega Bill gritando.

Bill: ¡¡¡¡¡(tu nombre) vamos a hacer un muñeco de nieve!!!!!
Tu: siiiiiii, vamos.

Tú y Bill salís afuera, aun nevaba pero menos, eran la 1 am y Bill y tú estabais haciendo el idiota con la nieve, salen los demás. También se ponen a tirarse bolas de nieve.

Tom: -va corriendo hacia a ti y se tira encima de ti, con cuidado-.
Tu: -no parabas de reír te lo estabas pasando genial-.
Tom: -te besa- te lo estas pasando bien ¿eh?
Tu: sí –no parabas de reír-.
Tom: -coge nieve y te la tira y se va corriendo-.
Tu: -de la risa no te podías levantar del suelo, pero te levantaste y fuiste a tirarle nieve a Tom, le pegaste un bolazo en la barriga-.
Tom: -ríe-.
Bill: (tu nombre).
Tu: -te giras y ves a Georg, Gustav y Bill preparados para tirarte una bola de nieve cada uno- no, no, no. Ni se os ocurra, enserio.
Ellos te tiran las bolas.
Tu: ah que cabrones ;_; eso es todo lo que me queréis ¿no? Ya veo.
Se acercan a ti pidiéndote perdón, y tu les empiezas a tirar nieve riéndote.

Así pasasteis unas dos horas más o menos y después os fuisteis a dormir, ya que mañana por la tarde irías con Tom y Bill a hacerte el tattoo.





Aquí tenéis otro capítulo, y para que disculparme si no sirve de nada, pero aun así: LO SIENTO. No tengo tiempo... intentaré subir más seguido pero esque casi no tengo tiempo... Espero que os haya gustado el capítulo... ¿(tu nombre) habrá visto a Cristian? ¿O sólo era una "ilusión óptica"? ¿Andreas y Helen acabarán saliendo? ¿Tom y (tu nombre) se harán el tattoo? EN EL PRÓXIMO CAPÍTULO! :D ya sabéis... Comentar, seguir el blog y esas cosas! Cuidaros muchísimo♥